La figura del padre en las óperas de Verdi


La figura del padre en las óperas de Verdi

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No se pretende, en las líneas que siguen, hacer un gran estudio sobre la figura del padre en las óperas de Verdi, pero sí resaltar la importancia de ésta en el desarrollo de la obra verdiana.
Las figuras paternas que Verdi refleja en sus óperas oscilan entre un sentido del honor y el amor filial, evolucionando en un dificil equilibrio.
Hay mucho de personal en estos retratos de la figura del padre.
Verdi, como padre, sufrió el dolor mayor que puede sentir un ser humano: la muerte de sus dos hijos; y como hijo sufrió la incomprensión de su padre cuando inició su relación sentimental con Giuseppina Strepponi, mujer que nunca fue aceptada por el padre del Giuseppe Verdi.
La figura del padre, en las óperas de Verdi representa el honor familiar, el deber, la obligación, el decoro moral, la autoridad e incluso la propia patria. Pero también, el amor hasta el límite, la fe y los valores.
Normalmente la figura paterna, autoritaria y rígida, se contrapone a la de la hija, en la mayoría de los casos, o en la del hijo que representan el amor romántico que se enfrenta a un mundo y a una sociedad que no lo comprende.
El enfrentamiento entre padres e hijos está presente en muchas óperas de Verdi, recordemos a Germont en La Traviata, o a Felipe II en Don Carlo. En el primer caso, el viejo Germont antepone el deber y el honor al amor de su hijo por Violetta, y en el segundo, Felipe lamenta que si no puede ser amado es a causa de su hijo, aquí aparecen los celos.
Es curioso, que en una sociedad tan matriarcal como es, y como era en la época de Verdi, la italiana, la figura de la madre esté practicamente desaparecida, y no así la del padre, que es en la mayoría de los casos la desencadenante de la tragedia. En Aida, es Amonasro quien, a pesar de ser un rol secundario, obliga a a su hija a anteponer sus deberes patrióticos y filiales al amor que siente por Radamés, condenándola así a una muerte segura, y sin que veamos arrepentimiento alguno por su parte.
La figura del padre en las óperas de Verdi es de una gran intensidad y fuerza dramática. Las voces que interpretan al padre son baritonales, oscuras y severas, así Verdi conformaba el personaje con la voz que lo representa. Algo que siempre tuvo muy presente para poder profundizar más en la psicología del personaje.
Vamos a repasar algunos momentos de óperas de Verdi en la que podemos ver algunos de los rasgos que acompañan a la figura del padre en sus óperas.

 

En primer lugar veremos a Giorgio Germont, padre de Alfredo, en su encuentro con Violetta, a la que exige el sacrificio de abandonar a su hijo en beneficio del honor de la familia, erigiéndose como el intérprete de la voluntad de Dios, nada más y nada menos. Marina Rebeka y Dmitri Hvorostovsky.

 


En Aida, Amonasro exige a su hija Aida que traicione a Radamés, anteponiendo sus deberes como hija del rey a los sentimientos que la unen al egipcio. Amonasro es Joan Pons, y Aida, Maria Chiara.

 

 

Ahora es Rigoletto, el padre sobreprotector, al que la hija confiesa el agravio que ha sufrido. Rigoletto consuela a su hija, destrozado por el dolor, pero ese mismo dolor le hace sentir unos deseos irrefrenables de venganza a pesar de que su hija le dice que sigue amando al Duca. Diana Damrau es Gilda, y Zeljko Lucic es Rigoletto.

 

 

Felipe II, padre de don Carlo, en la memorable y extraordinaria aria Ella giammai m’amò, representa a un padre celoso del hijo, que se siente humillado porque la mujer que ama no le corresponde, ya que ama a su hijo. Nicolai Ghiaurov es Felipe II.

 


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