DUETO DE LA FLAUTA MÁGICA – MOZART
Introducción
En estas páginas hemos hablado y escuchado mucho de La flauta mágica de Mozart, sin embargo nunca habíamos puesto este dueto del acto I entre los personajes de Pamina y Papageno. Esto nos va a servir como excusa para hablar de aspectos que no hemos tocado antes al hablar de esta ópera.
El exotismo de La flauta mágica
Se ha hablado mucho de la influencia de la masonería en esta ópera, ya que fue encargada por un hermano de la misma logia a la que pertenecía Mozart, Emanuel Schikaneder, por esto vamos a centrarnos en otros aspectos que a mí me han llamado la atención.
Para empezar, todo en esta ópera es extraño, los mismos personajes son ejemplares bien curiosos. Realmente Mozart en esta que sería su última ópera, juntó un material curioso, creó un ambiente de cuento lleno de magia.
Encontramos a Tamino, que es un príncipe japonés, y como no sabemos donde se desarrolla la acción más que es en tierras rocosas, pues suponemos que no es en Japón. Luego vemos que Pamina vive con Sarastro en una lujosa habitación egipcia, y la reunión sacerdotal del acto II, tiene lugar en un bosque de palmeras: Dieciocho asientos de hojas, y sobre cada uno de ellos hay una pirámide, y una gran trompeta engarzada en oro. Diremos que la cultura egipcia estaba relacionada con la espiritualidad de la masonería.
Dueto de La flauta mágica
El dueto de La flauta mágica del que quiero hablar está en el acto I y lo interpretan los personajes de Pamina y Papageno, y sucede en el momento en que se acaban de ver por primera vez.
Pamina ha sido secuestrada por Sarastro y está bajo la vigilancia de Monostatos, un negro al servicio de Sarastro.
En ese momento entra Papageno, que encuentra a la princesa Pamina junto al negro Monostatos. Ambos se asustan por la extraña apariencia del otro, y escapan, pero Papageno reflexiona y entiende que, si los pájaros pueden ser negros, los hombres también. Regresa ante la princesa Pamina para presentarse y, como solo se conocían de oídas, él comprueba que ella es la del retrato. Le cuenta que lo recibió de un príncipe enamorado de ella que va a rescatarla por encargo de su madre la Reina, cautivándole al darle el retrato para que pudiera cumplir la misión. Antes de salir, cantan un dúo sobre la necesidad que sienten de amor en las vidas.
Es el dueto Bei Männern, welche Liebe fühlen, (A los hombres que sienten el amor)
De este dueto de La flauta mágica vamos a escuchar tres versiones.
Versiones y texto
PAMINA
A los hombres que sienten el amor
nunca les falta un buen corazón.
PAPAGENO
Compartir los dulces impulsos
es el primer deber de las mujeres.
PAMINA, PAPAGENO
Alegrémonos del amor,
únicamente por él vivimos.
PAMINA
El amor endulza todas las penas;
todas las criaturas lo alaban.
PAPAGENO
Él da sabor a nuestros días,
actúa en el ciclo de la Naturaleza.
PAMINA, PAPAGENO
Su excelsa finalidad es bien clara,
no hay nada más noble
que una mujer y un hombre.
El hombre y la mujer,
la mujer y el hombre
alcanzan la esfera de la divinidad.
Kiri te Kanawa y Thomas Allen
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